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Tras el tradicional arranque de los títulos (siempre con pequeñas diferencias hasta que la familia se sienta frente a la tele), la secuencia lleva al espectador a un lugar oscuro y tenebroso, lleno de cadáveres, ratas y residuos tóxicos, en el que hombres, niños y animales encadenados trabajan en la producción de episodios de la serie.
No sólo eso, también se ve todo el merchandising (los muñequitos creados a partir de ratas muertas, las remeras, etc.) y los DVDs siendo embalados, sellados (con la lengua de un delfín decapitado) y enviados siempre desde este lúgubre ámbito. La secuencia concluye con la cámara saliendo de ese lugar por el medio de la O del sello Fox, productora de la serie creada por Matt Groening. Y el característico logo de la empresa aparece negro y rodeado de cadenas.
“Nada de lo que se muestra es verdad”, dijo a The New York Times Al Jean, productor ejecutivo de la serie. “Creo que es obvio, pero no está de más remarcarlo”.
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