Recuerdo, entre todas las viñetas que ví, el impacto que me produjo la que publicaron Ricardo y Nacho en el Diario El Mundo ese día. Hoy a 10 años, sigue produciéndome cosas cada vez que la veo:
Por supuesto, que la misma generó muchas polémicas y enojos.
En lo personal tengo una opinión "dividida", pero sobre todo creo que siempre estos casos nos plantea a los humoristas gráficos cúales son los límites de nuestro trabajo. En definitiva, creo que cada uno sabe (o debe saber) hasta donde puede ir con sus dibujos (y su opinión)...
Tiempo después, el sitio www.clubcultura.com
Quino sobre la Crisis Argentina, |
El 21 de diciembre, en pleno maremoto político en Argentina, en el diario El Mundo aparecía una viñeta de Ricardo y Nacho en la que Mafalda, el personaje más universal de Quino, salía a la carrera después de asaltar el almacén de Don Manolo. Ricardo y Nacho querían rendir así un homenaje al dibujante. Incluso se lo dedicaban. Pero Quino no está para bromas. Desde su casa de Milán, ha visto con muy malos ojos que su pacífica criatura se volviera de repente una heroína de la turbamulta. Es más, en una conversación con ClubCultura.Com, donde está su página oficial en Internet, ha lanzado violentas acusaciones contra el peronismo y sus intereses políticos en la crisis de diciembre, acusándole de ser el verdadero instigador de los asaltos e incluso de haberlos organizado a la misma hora en distintos puntos de Argentina. La conversación que sigue es el testimonio de un hombre dolido por los sucesos y dolido también por el destino de un personaje malinterpretado por otros colegas. Mafalda de saqueadora: un presunto homenaje a su creación más popular, que se ha convertido para usted en una broma de mal gusto ¿Podría explicarlo? Los dibujantes han querido hacerme un homenaje, pero han demostrado una gran ignorancia por su parte en cómo se han desarrollado los saqueos. Los saqueos no fueron espontáneos sino organizados. Se saqueó incluso Musimundo, que es un equivalente de la Fnac. La gente que tiene hambre no va en busca de discos. O sea, que detrás de todo está una trama política... Efectivamente, lo que más me duele de esa viñeta es involucrar a Mafalda en determinado movimiento político... ¿Podemos hablar a las claras del peronismo? Sí, claro, por supuesto. En todo el país estos asaltos se produjeron a la misma hora. Lo comentaron también los diarios franceses. Se trata entonces de una malinterpretación... Si estos chicos han leído mi historieta, desde luego no se han enterado de cómo son mis personajes. Mafalda, jamás, jamás hubiera ido a saquear el almacén de Don Manolo. Por cariño a su amigo. Es más, Manolo le hubiera ido a llevar a su casa la comida si Mafalda la hubiera necesitado. Me parece un horror. Digamos que con la sopa Mafalda ya tiene bastante para soportar la crisis... (Quino sonríe). Me ha fastidiado muchísimo, ésa es la verdad. Hasta un semanario francés ha reproducido la misma viñeta. Los españoles me conocen bastante pero los franceses ven esto y creen que lo he dibujado yo. Ellos te han pedido permiso... No, no me han llamado. ¿Aparte de este suceso, cree que la crisis va a empeorar y que el peronismo ha salido beneficiado otra vez políticamente de ese río revuelto? No puedo predecir que salida va a tener. Salida buena, desde luego que ninguna. Han bloqueado todas las cuentas bancarias, la gente está indignada y seguirá protestando lo que va a originar una represión. Yo no veo salida. Las consecuencias se van a verificar dentro de los próximos meses cuando la gente no tenga para pagar ni los gastos de su casa. Va a ser un desastre. ¿Después del 11 de septiembre y la crisis argentina te has visto afectado como humorista en tu creación? Sí, mucho. Estoy ahora precisamente dibujando una página para el diario Clarín que va quedar muy descolgada porque la gente está muy angustiada, haciendo continuamente colas delante de los bancos, entonces ¿qué le vas a contar tú de divertido en una página dibujada a doce mil kilómetros? ¿No crees que es necesaria la evasión en un momento así, precisamente? Eso es lo que he pensado. Hacer uso del surrealismo de la propia situación, cosas que distraigan a la gente de la miseria cotidiana. |
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