Todos aquellos que la suerte de leer Fahrenheit 451, seguramente podremos afirmar que hay un hay un antes y un después del mismo.
Hoy el diario El País, en su edición digital, da cuenta
de la versión del libro en formato cómic que ha realizado Tim Hamilton y que cuenta con la bendición y participación entusiasta de su propio creador, Ray Bradbury.
"Es el rejuvenecimiento", 57 años después, de un libro surgido de muchos otros y que ahora es la suma de "pastiches de mis vidas anteriores, de mis antiguos miedos e inhibiciones, y mis predicciones del futuro, extrañas, misteriosas y no reconocidas", confiesa el escritor norteamericano en la introducción del libro.
La historia de los bomberos, entre ellos Guy Montag, dedicados a quemar libros con un lanzallamas porque supuestamente la lectura propicia la infelicidad, en vista de que ayuda a pensar, despertar la curiosidad y a no estar conformes, la escribió Bradbury por entregas en 1953 en Playboy. Una denuncia de la censura de libros en Estados Unidos (son los años del macarthismo), los sistemas totalitarios y una crítica social; a la vez que es homenaje y reivindicación de la lectura.
En a intrloducción, Bradbury desvela de dónde y cómo surgió la novela que empezó titulándose El bombero. Es la suma de cuatro relatos en cascada, El peatón, Los exiliados, Usher II y Pilar de fuego, y un episodio que vivió una noche de 1950. Fue cuando iba caminando con un amigo por la avenida Wilshire de Los Ángeles cuando una patrulla de la policía los detuvo y les preguntó que estaban haciendo: "Poner un pie delante del otro", les contestó él. Un episodio que es otro relato en sí mismo, y el germen que convertiría un libro suyo en un título clave en cualquier biblioteca.
Para quienes no hayan leído la novela original, estas ilustraciones son claras, muy narrativas y emocionantes sobre el mensaje social que transmite Bradbury y despertarán el interés por la obra original. Y para los que ya han leído Fahrenheit 451 cada dibujo, cada viñeta, cada página es una evocación y una manera de introducirse de verdad en ese mundo desasosegante.
El trazo, el color y la puesta en página de las imágenes han dado con el tono de crítica del libro. Una atmósfera donde el fuego y el humo tienen un gran protagonismo junto a los rostros de los personajes y la manera como Guy Montag va cambiando hasta encontrarse en el bosque con los hombres que memorizan libros para poder transmitirlos oralmente. Todo ello precedido de la pregunta con que Ray Bradbury finaliza su introducción: "¿Qué libro le gustaría a usted memorizar y defender de cualquier censor?".
Pueden ver un extracto de las primeras 8 páginas de Fahrenheit 451 por Tim Hamilton, dando click aquí.
Fuente (y tomado en gran parte textualmente): Segunda vida de Fahrenheit 451 (en el diario El País).
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"¿Qué libro le gustaría a usted memorizar y defender de cualquier censor?".
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