El cómic empieza a imponerse en el mercado del arte, donde los dibujos originales de autores como Hergé, Franquin o Moebius alcanzan precios astronómicos en las subastas. La estimación del lote más codiciado, Tintín en América es de 280.000 euros para esta obra calificada de "sublime" en el catálogo de Artcurial. Se trata de una pieza excepcional que sin duda pulverizará el récord mundial para un original de cómic, ostentado hasta ahora por un dibujo de Enki Bilal, Bleu sang, adjudicado en marzo de 2007 por 177.000 euros.
Artcurial venderá en esta subasta 650 obras (álbums, planchas, etc.) "Es un mercado en pleno desarrollo, tenemos compradores de toda Europa. Hoy, ya nadie se avergüenza de decir que colecciona cómics", comenta Eric Leroy, experto de la casa. Los precios de originales de historietas empezaron a subir vertiginosamente a principios de la presente década: 164.700 euros por una plancha de Nido de Marsupilami de Franquin vendido en 2001, y 58.242 euros por una de Arzach de Moebius, en 2007. La clientela es más bien joven, de entre 35 y 50 años, para las piezas más caras, pero muchos aficionados de todas las edades no vacilan en pagar unos cuantos cientos de euros por un dibujo.
"El mercado es mucho más abordable que el del arte contemporáneo. Es un mercado de coleccionistas que compran para su placer", señala Leroy. La nostalgia es una de las motivaciones de los compradores, y los clásicos de las revistas Tintín o Spirou son los más cotizados. Un Lucky Luke de Morris en tinta china, que será subastado el sábado, está estimado en 10.000 euros, y una plancha de Gil Jourdan, de 1958, en 11.500 euros.
La generación que siguió a estos dibujantes de cómics fue la que protagonizó una revolución gráfica del género en los años 70. Algunos dibujantes se convirtieron en cotizados artistas. Así, un retrato de Corto Maltés dibujado por Hugo Pratt sale a subasta con una estimación de 30.000 euros, pero dibujos de Bilal o Rosinski (Thorgal) alcanzan generalmente cifras muy superiores.
La oferta depende de los autores, que a menudo prefieren guardar sus originales. "Cuanto más conocidos son y más dinero ganan, menos venden", indica Leroy, señalando que Uderzo, el creador de Asterix, no vende prácticamente nada. En 2007, la casa de ventas Millon y Asociados creó un departamento dedicado al cómic. "El mercado parece suntuoso con ciertos autores, pero son minoritarios. Los Moebius, Bilal o Tardi se cuentan con los dedos de la mano", estima, mostrándose más moderada, Janine Cukierman, consejera de Millon. El sábado también serán puestas en subasta dos planchas de las aventuras de Blueberry por Jean Giraud (Moebius) de 1972, estimadas en 8.000 euros cada una, pero la puja seguramente hará bajar el martillo a precios muy superiores. "Los clientes no escasean, pero empieza a ser difícil encontrar bellas piezas", concluye Leory.
Fuente: Revista Ñ
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