Y llegó el día, hoy las calles de San Telmo estuvieron desbordadas de público, entre vecinos, curiosos, amigos del dibujante, como Hermenegildo Sabat, Caloi, Rep, Daniel Divinsky, autoridades como el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y muchísimos fanáticos, con libros y dibujos en mano, con la esperanza de conseguir una firma del humorista gráfico y ver a Quino junto a Mafalda...
Miguel Rep, uno de los oradores, dijo de Quino que "los dibujantes argentinos no hubiéramos sido nada sin él" y asumiéndose como viejo lector de Mafalda, interrogó a su creador si el mundo en que la niña había vivido era diferente.
"Sí, era un mundo muy distinto. Pasaba el tranvía, la calle era ancha, no había anticuarios y como Alicia (su esposa) se iba temprano, Jorge, el diariero, me despertaba", respondió Quino.
Rep añadió que aquélla "era una Buenos Aires con más certidumbre; seguro que cuando en 1973 Mafalda dejó de salir, la ciudad se dinamitó; cada vez que la leo, leo una Buenos Aires feliz".
"Como Mafalda no es ella sin sus amiguitos, creo que debería haber una escultura con ellos. Mafalda es una historia de la amistad", agregó.
Uno de los discursos más divertidos corrió por cuenta del dibujante Carlos Garaycochea, quien dijo a su turno que "Mafalda nació sabiendo, porque evitó el jardín al crecer grande, y zafó del geriátrico, porque no creció".
Garaycochea aludió al amor que la sociedad mantiene por la pequeña que se rehusaba a tomar la sopa y era fanática de los Beatles. "Debería estar en los billetes ya que hay algunos personajes que están ahí y son discutidos", ironizó.
Además, celebró el emplazamiento de la escultura por un motivo inesperado. "Por vivir a la vuelta de tu casa, mi propiedad vale mucho más; por favor, no te mudes más", dijo, dirigiéndose al homenajeado. Finalmente, Garaycochea, propuso poner la cara de Mafalda en los billetes, mientras sus fanáticos, aullaron al unísono que sí, a lo que Quino se negó y dijo que en todo caso ese rol sería para Manolito.
Por su parte, Menchi Sabat, brindó unas emotivas palabras, en las que pidió hacer justicia a los "jóvenes rebeles y consecuentes amigos de Mafalda" que no recibieron su escultura y también habló de Quino como parte de "una generación donde el humor fue perseguido y encarcelado" y "cuando sonreír era una amenaza y reír abiertamente, un peligro".
Sábat sostuvo luego que "Quino nos representa a todos". "Construyó una obra que lo vincula con toda la sociedad, aunque algunos lo nieguen, se niegan a ser retratados", comentó.
Poco después de descubrió una placa en la entrada del edificio de la calle Chile 371, con un dibujito de la precoz niña y la frase "Aquí vivió Mafalda", justo donde hace más de 40 años, Quino creó a todos los personajes de la tira, sus padres, Guille, Manolito, Libertad, Felipe, y Susanita.
"El edificio está igual, la verdad no ha cambiado nada, pero el barrio era muy distinto. Mucho más barrio, pasaba el tranvía, era más lindo. Mafalda era de este barrio y no sólo Mafalda, el almacén de Don Manolo lo saqué de una panadería cerca, que era del papá de un amigo", contó Quino, un rato antes.
El dibujante recibió una pequeña escultura de Mafalda, réplica de la que estará sentada en San Telmo y una medalla del Bicentenario, obra del artista Antonio Pujía, la primera de las 200 que se entregarán en el marco del programa Puertas del Bicentenario del gobierno porteño, que organizó el acto.
"Tantas muestra de afecto, de cariño... estoy desgarbado, me han enloquecido. Me emociona mucho. Verme rodeado de todo esto me apabulla muchísimo. Siempre he expresado todo lo que sentido a través del dibujo, a través de la palabra me cuesta más", señaló Quino.
Para el cierre del acto, Quino deslizó su impresión por "dejarla así solita en la esquina" a su Mafalda, flamante escultura realizada por Pablo Irrgang que promete convertirse en destino imperdible para vecinos y turistas que recorran el barrio de San Telmo, cuna de la historieta argentina más famosa en el mundo.
El 29 de septiembre de 1964 debutó oficialmente la historieta "Mafalda" en la revista Primera Plana, aunque el personaje había sido creado un año antes.
En 1965 la historieta pasó al diario El Mundo, y cuando ese medio cerró en 1967 se publicó en la revista "Siete días Ilustrados" hasta el 25 de junio de 1973, cuando dejó de aparecer.
La estatua de Mafalda disparó una reflexión adicional de Rep. "Deberían desbaratar los monumentos a los próceres. La gente no se quiere sacar fotos con ellos, quiere que pongan personajes queribles. Y a Mafalda, ojalá que la preserve, porque se ha desmadrado la sociedad, ya no tiene nada que ver con la que planteó Mafalda".
Garaycochea, declarado amigo de Quino, cerró con una frase cargada de afecto. "Los dibujantes se quieren dos veces: primero porque son buenos tipos, segundo porque se admiran".