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16 octubre 2010

Proponen crear un museo de la historieta y humor gráfico argentino

Diputados presentaron un proyecto de ley que propone la creación del museo “Héctor Germán Oesterheld”, “dedicado al arte de la historieta y el humor gráfico, con el objeto de salvaguardarlo como parte integrante de la memoria cultural de nuestro país”.

El proyecto es impulsado por legisladores de distintos bloques como Roy Cortina (PS), Norah Castaldo (UCR), Héctor Piemonte (CC), Nora Videla (Peronismo Federal), Margarita Ferra De Bartol (FpV) y Claudio Lozano (Proyecto Sur).

El museo tendría como objeto adquirir, custodiar y exhibir obras originales de historietistas y humoristas gráficos argentinos, preservar colecciones de publicaciones, montar exposiciones permanentes, especiales e itinerantes de creadores argentinos y extranjeros, incentivar la actividad de los guionistas y dibujantes nacionales, crear un espacio de formación, estudio e investigación en relación a la historieta y el humor gráfico, fomentar en los niños, niñas, adolescentes y jóvenes el hábito de la lectura, y proponer la celebración de convenios y acuerdos.

La sede del museo sería en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y su director sería designado por el Poder Ejecutivo. Además el proyecto propone que cuente con un “consejo consultivo honorario”, “integrado por destacados/as artistas de la historieta y el humor gráfico, que ejercerán sus funciones ad honorem”.

Según sostienen los diputados en los fundamentos del proyecto “la historieta ha acompañado, desde su nacimiento, el devenir histórico de las naciones y sus ideologías; ha reflejado una realidad, muchas veces proscripta, y ha sabido canalizar los íntimos anhelos de los pueblos”.

A continuación el texto completo del proyecto:
CREACION DEL MUSEO "HECTOR GERMAN OESTERHELD" DEDICADO AL ARTE DE LA HISTORIETA Y EL HUMOR GRAFICO

Artículo 1°.- Objeto
Créase el Museo "Héctor Germán Oesterheld", dedicado al arte de la historieta y el humor gráfico, con el objeto de salvaguardarlo como parte integrante de la memoria cultural de nuestro país y promoverlo entre las nuevas generaciones de argentinas y argentinos.

Artículo 2°.- Acciones
A los fines del cumplimiento de su objeto, el Museo desarrollará las siguientes acciones:

a) Adquirir, custodiar y exhibir obras originales de historietistas y humoristas gráficos argentinos.

b) Preservar colecciones de publicaciones dedicadas a la historieta y al humor gráfico.

c) Montar exposiciones permanentes, especiales e itinerantes de creadores argentinos y extranjeros.

d) Incentivar la actividad de los guionistas y dibujantes nacionales de la historieta.

e) Crear un espacio de formación, estudio e investigación en relación a la historieta y el humor gráfico.

f) Fomentar en los niños, niñas, adolescentes y jóvenes el hábito de la lectura.

g) Proponer la celebración de convenios y acuerdos que resulten conducentes al cumplimiento del objeto del Museo.

Artículo 3°.- Sede
El Museo tendrá su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A efectos de su instalación, el Poder Ejecutivo Nacional afectará un inmueble y llamará a concurso público de proyectos para adaptarlo a su nueva función.

Deberá contar con espacios adecuados que permitan la exposición de obras, la realización de talleres, la organización de conferencias y la proyección de películas y videos.

Artículo 4º.- Dirección
El Museo será administrado por un Director/a designado por el Poder Ejecutivo Nacional.

Artículo 5°.- Consejo Consultivo Honorario.
Créase un Consejo Consultivo Honorario como organismo asesor de la Dirección del Museo, integrado por destacados/as artistas de la historieta y el humor gráfico, que ejercerán sus funciones "ad honorem".

Artículo 6°.- Funciones
Serán funciones del Consejo Consultivo Honorario:

1. Asesorar a la Dirección del Museo en todas las acciones tendientes al logro de los objetivos de la presente ley.

2. Proponer la realización de exposiciones alusivas a personajes de la Historieta Nacional.

3. Proponer homenajes a autores argentinos y la imposición de nombres a las Salas del Museo.

4. Colaborar en la realización de certámenes y concursos.

Artículo 7º.- Presupuesto
Los gastos que demande el cumplimiento de la presente serán imputados a las partidas presupuestarias correspondientes.

Artículo 8°.- Comuníquese, etc.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:
Arte sin discusión, distintos originales de historieta han sido expuestos en los más famosos museos y galerías del mundo. Es el caso del Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre, en París y el Museo de Arte Moderno, en Nueva York, en los que ocuparon un espacio junto a cotizadísimas obras de grandes pintores.

El Cisco Kid, mundialmente famoso personaje del argentino José Luis Salinas, ha viajado desde el Louvre, en Francia hasta el Di Tella, en nuestro país; la obra del italiano Hugo Pratt, protagonista de la edad de oro de la historieta argentina, que ilustrara personajes creados por Héctor Germán Oesterheld, fue exhibida en el Gran Palais, de Francia, junto a obras de Rembrandt y Vermeer; Mafalda tuvo su propia muestra, organizada en España por la Comisión Estatal Quinto Centenario.

Asimismo, multitudinarios salones o bienales de la historieta se organizan periódicamente en diversas ciudades del mundo. Los más famosos son el Salón de Angulena, en Francia; el de Barcelona y el de Asturias, en España; el de Lucca, en Italia; y la Convención de San Diego, en Estados Unidos.

Sociólogos, semiólogos y analistas de diseño, se han encargado de teorizar sobre este arte. Según Umberto Eco, "ya nadie niega hoy que el cómic es un testimonio del momento social".

La historieta ha acompañado, desde su nacimiento, el devenir histórico de las naciones y sus ideologías; ha reflejado una realidad, muchas veces proscripta, y ha sabido canalizar los íntimos anhelos de los pueblos.

Nacida hace más de un siglo, se halla profundamente relacionada con el surgimiento y evolución de los grandes periódicos masivos y la influencia múltiple y recíproca de los poderosos medios de comunicación.

Entre los niños y niñas, la historieta enfrenta la competencia de los juegos de video e internet, pero los libros con historietas completas ocupan un lugar privilegiado en todo el mundo. Algunos títulos llegaron a vender hasta cuatrocientos mil ejemplares, una cifra difícil de alcanzar, incluso en narrativa.

La utilización de la historieta en la docencia no es muy común en nuestro país, aunque en el mundo ha sido adoptada como un nuevo y apropiado elemento didáctico, aún a nivel universitario.

En Italia, casi cien tesis finales de carrera en distintas Universidades se han basado en el famoso personaje de la historieta mundial, Corto Maltés. Inclusive, un episodio en el que luchaba contra la malaria en la selva, originó una tesis sobre medicina tropical.

Dibujos de algunos personajes de Hugo Pratt, creador del Corto, están en memorias de computadoras de distintas Universidades, como Toronto, Roma, Suiza.

El sociólogo chileno Ariel Dorfman, autor del libro "Para leer el Pato Donald", opina: "A mí me preocupaba que mientras yo enseñaba a Borges y a Cervantes, la gran mayoría de los seres humanos en mi país y en el mundo en general, leían fotonovelas o historietas. Por lo tanto, si a mí me interesaba la comunicación literaria, también, evidentemente, me tenía que interesar la comunicación de masas. Entonces, ¿por qué el profesor de dibujo y el profesor de castellano no se juntan y hacen hacer historietas? Utilicemos el hecho de que es una cultura de medios masivos."

Remontándonos en la historia de la humanidad, ya existían gérmenes de historieta en la Columna Troyana, "donde se observa un bajorrelieve con una sucesión ininterrumpida de viñetas marmóreas, un relato en imágenes enclavado sobre un héroe histórico sobre el que gira la acción".

Sin embargo, tal como hoy la conocemos, la historieta nació en el suplemento dominical del periódico neoyorquino World, en 1895. "Desde el medio de una plancha que mostraba la vida turbulenta, los actos absurdos, el sadismo, la violencia y la inventiva de los habitantes de una miserable callejuela de bajos fondos, se distinguía la figura de un pibe vestido con un camisón que le llegaba a los pies" sobre el cual el dibujante, Richard Outcault, calaba un texto dentro de un círculo o globo.

Este personaje sería bautizado posteriormente, debido al color introducido en su camisón, como "Yellow Kid" (Pibe Amarillo), que se convertiría en la principal atracción del diario y contribuiría a dar el nombre de prensa amarilla al periodismo sensacionalista.

En cuanto al valor económico de la historieta, basta con mencionar que por el Ejemplar del Nº 1 de la revista "Action Cómics", de junio de 1938 - en el que apareció Superman por primera vez - se ha llegado a pagar más de un millón de dólares.

La Historieta y el Humor Gráfico en la Argentina
En sus comienzos, la historieta nacional estuvo muy influida por la norteamericana y sólo después de varios años pudo adquirir canales expresivos propios.

La publicación de tres revistas - Rico Tipo (1944), Patoruzito e Intervalo (1945) - que se agregan a la Patoruzú de 1936, inauguraron la denominada Edad de Oro de la Historieta Nacional, que se extendería hasta inicios de los ´60.

Rico Tipo se encargó fundamentalmente de bucear en nuestra realidad y mostrarnos, desde su óptica del humor, cómo somos. José Antonio Divito ilustró mujeres de estrecha cintura, altas y esbeltas, que se transformaron en paradigmas de la belleza femenina y llegaron a generar una moda: las modistas copiaban los modelos que lucían las chicas y la frase "te pareces a una chica de Divito", alcanzó el rango de piropo.

Pero, además, Divito creó una galería de personajes que, en muchos casos, pasaron a alimentar nuestro lenguaje cotidiano y alcanzaron categoría de "adjetivo": "Falluteli", un oportunista empleado de oficina que se hacía odiar por sus compañeros y lectores; "Bómbolo", un inocente que se creía cuanto le decían; Fulmine, personaje que atraía la desgracia, nueva versión del "Yettatore"; y "El Otro Yo del Dr. Merengue", un hombre recto y circunspecto cuyos verdaderos sentimientos, reprimidos, salían a la luz por intermedio de su otro yo.

Otros importantes colaboradores de Rico Tipo fueron Oski, Landrú y Alejandro del Prado, que con el seudónimo de Calé, creó una sección inolvidable, "Buenos Aires en Camiseta", en la que radiografiaba las costumbres de los porteños con un talento poco habitual.

Al leer a Calé hoy, uno puede detenerse como si estuviera frente a un álbum de fotos familiares. Su obra nos permite ver cuáles fueron y qué ha quedado de las costumbres porteñas de los ´50. En ella se reconocen los tics eternos del Buenos Aires de los barrios y es posible mirar las huellas de los hábitos que se extinguieron.

Rico Tipo alcanzó tal grado de popularidad que llegó a vender casi trescientos mil ejemplares por semana.

En la Patoruzú, al indio patagónico se le sumó un personaje que recreó, con una gran cuota de realismo, al prototipo del hombre de la noche de la década del ´40: Isidoro. Para quienes no accedían a las boites y al jet-set, Isidoro era una forma de vivir y conocer el Buenos Aires nocturno.

Pero tras la ingenuidad de su dibujo y su galería de bonachones personajes, el humor gráfico nacional ocultaba una indisimulable carga ideológica. "¿Cuál es la relación - se pregunta Masota, ensayista español - entre Patoruzú y los avatares más violentos de la política del radicalismo y del conservadorismo en el país? Sobre todo si se tiene en cuenta que Quinterno, autor del personaje, no se cuidaba de exhibir sus convicciones políticas". Y concluye: "Oculta en Bibliotecas y Archivos yace una extraña subcultura, la historia de una relación escondida entre la cultura de masas y la política en la Argentina".

En 1957, Landrú editó "Tía Vicenta" e inauguró el humor político en nuestro país. En la primera tapa se veía una cola de generales. El último en llegar pregunta: "¿Esta es la cola del golpe?"

Landrú sufrió todo tipo de censuras en su publicación: "Tuve, además -recuerda - , observaciones de funcionarios militares durante la Libertadora por inventar un teorema según el cual el cuadrado de un coronel es igual a la suma del cuadrado de dos generales".

Landrú solía colocar apodos de animales a los políticos y militares de la época (el "bisonte" Allende, el "chanchito" Alsogaray, el "gorila" Isaac Rojas) y a raíz del mote de morsa que le colocara a Onganía, su revista fue clausurada provisionalmente en 1966.

En 1964, de la mano de Joaquín Lavado (Quino), nacía Mafalda, una historieta que analizaba críticamente la realidad desde una perspectiva progresiva.

Según Eco, "en materia política, Mafalda tiene ideas muy confusas, no logra entender lo que ocurre en Vietnam, no sabe por qué existen los pobres, no se fía del Estado y está preocupada por la presencia de los chinos. Sólo una cosa sabe claramente: no está conforme".

Mafalda fue traducida a 26 idiomas y sólo en nuestro país vendió 20 millones de ejemplares.

Quino es "Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires" y su personaje llegó a ser propuesto, en 1988, para la misma distinción. "Mafalda hizo reflexionar muchas veces a sus lectores sobre la validez de los hábitos, creencias, prejuicios y lugares comunes, ayudando de este modo a construir una sociedad mejor" -expresaba esa iniciativa entre sus fundamentos.

En 1957, Héctor Germán Oesterheld creó a "El Eternauta", ilustrada por Francisco Solano López, considerada "la primera expresión adulta de la ciencia ficción argentina" y erigida en símbolo emblemático de la historieta nacional.

Presentada como una bella parábola, El Eternauta mostraba la inquebrantable resistencia del pueblo frente a un enemigo de omnímodos poderes en un devastado Buenos Aires con lugares reconocibles.

Oesterheld trabajó a lo largo de su vida con los más importantes dibujantes de nuestro país y del mundo.

Junto al italiano Hugo Pratt creó el Sargento Kirk, una casaca azul que desertaba y decidía unirse a los indios, y Ernie Pike, cronista de la Segunda Guerra Mundial. Por definición de Pike - Oesterheld, "la guerra es la aventura que no tiene sentido porque no hay un mal enfrente sino que el mal es la guerra misma, un error. Entonces la única victoria posible en esta batalla es la interior, la que cada hombre libra contra la ética de los sentimientos".

Con el uruguayo Alberto Breccia, considerado un plástico de la historieta y que fuera incluido entre los más grandes artistas de este siglo en el mundo, publicó Sherlock Times, una especie de detective proveniente del espacio; Mort Cinder, un ser inmortal que había vivido la historia de la humanidad desde sus orígenes, y la segunda versión de "El Eternauta", que fuera censurada y abortada por la misma revista que la publicaba semanalmente, Gente (1969), debido a su ideología, fundamentalmente anti- imperialista.

Según Juan Sasturain, "Neruda es a Pratt lo que Vallejo es a Breccia y tras ellos se definen las líneas fundamentales de la narración gráfica más creativa de los últimos treinta años. ¿Y Salinas? Salinas está en la base, debajo y atrás: Salinas es Darío".

En esos tres autodidactas absolutos, escalonados generacionalmente en veinte años, está la mejor historieta de aventuras argentina.

El otro gran generador fue Oesterheld. Su trabajo con Breccia y Pratt, rompió con lo anterior y abrió camino hasta hoy.

A partir de 1984, el mensuario "Fierro" se encargó de publicar a los mejores historietistas argentinos, muchos de ellos residentes en Europa:

Horacio Altuna, el mismo que ilustró historietas tan populares como "Las puertitas del Sr. López", "El loco Chavez", y el "El nene Montanaro", en Clarín; Juan Giménez, que participó de la película de dibujos animados para adultos, "Heavy Metal"; José Muñoz y Carlos Sampayo, creadores del "Alack Sinner", considerada como una de las veinte mejores historietas de todos los tiempos; Roberto Fontanarrosa, creador de personajes tales como "Boogie, el aceitoso" e "Inodoro Pereyra", que nació como una parodia del radioteatro gauchesco; Carlos Trillo, prestigioso guionista multi-premiado a nivel mundial, formó una dupla exitosa con Horacio Altuna.

Por qué Museo
Porque como alguna vez dijera el Diputado Nacional por el Partido Socialista, Guillermo Estévez Boero, "el museo sirve, acompaña y explica a la comunidad sus tiempos y sus tensiones. Ésta debe verse a sí misma para mejor comprenderse y para así lograr un desarrollo armónico, un crecimiento con identidad. Los museos tienen a su cargo la custodia del patrimonio cultural de los argentinos; son los depositarios de nuestra memoria colectiva para transmitirla a las presentes y futuras generaciones. Los museos no son simples repositorios de objetos - aunque también puedan serlo - sino un centro de actividad cultural, técnica, artística o científica, para conservar, investigar y difundir los testimonios intelectuales de la humanidad a través del tiempo."

Por qué el nombre Héctor Germán Oesterheld
Porque, definitivamente, si la historieta nacional se identificara con un nombre, no tenemos dudas, sería el de Oesterheld.

En un contexto político violento, Oesterheld creó su propia editorial, Frontera, en 1957.

Había abandonado tempranamente su profesión de geólogo para dedicarse a la literatura. Comenzó escribiendo cuentos infantiles de divulgación científica pero años después descubrió que la historieta podía transformarse en una verdadera fuente de conocimiento para los chicos y decidió dedicar su vida al oficio de guionista.

En sus historias, la anécdota era imaginaria pero todo el entorno, tanto geográfico, histórico o científico era de una verosimilitud absoluta. Hasta llegó a comprarse un diccionario de un dialecto africano para poner expresiones auténticas en boca de una tribu indígena.

En sus historietas están los grandes temas que acosan al hombre desde siempre, fundamentalmente el amor y la muerte (eros y thanatos), que también han regido su vida.

Sus héroes diferían mucho de los norteamericanos. Oesterheld forjó personajes humanos, conflictuados y muchas veces forzados a actuar de maneras que ni ellos mismos hubieran imaginado. En su obra es la aventura la que arranca a sus personajes de la cotidianidad y los transforma en "héroes".

Oesterheld ocupa un lugar muy importante en nuestra cultura nacional, su nombre quedó instalado en el corazón de sus lectores y su vida estuvo estigmatizada por el odio, la persecución y la muerte, integrando la triste lista de personas desaparecidas por el último proceso militar, tras su paso por el centro clandestino de detención, El Vesubio, demolido en 1977.

En 1980, en la Bienal Lucca 14, en Italia, fue homenajeado con un Yellow Kid, post-morten.

En 1997, a 20 años de su desaparición forzada, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires conformó la Comisión de Homenaje a H. G. Oesterheld, y bautizaron con su nombre a una plazoleta porteña.

En síntesis, Señor Presidente, es importante destacar que la historieta argentina se halla entre las más prolíficas del mundo y es una de las literaturas más leídas. Sus artistas - muchos de los cuales residen en el exterior - están considerados entre los mejores del planeta, por lo cual han recibido premios en todo el mundo, especialmente en el Salón Lucca, Italia, donde fueron premiados, entre otros, Salinas, Breccia, Trillo y el mismo Oesterheld.

Asimismo, muchos de los personajes nacionales se hallan entre los diez o veinte mejores de la historieta mundial de todos los tiempos y la historieta nacional ha sido una importante protagonista de nuestra historia, reflejando nuestras costumbres, avatares y anhelos y ejerciendo, muchas veces, una gran resistencia contra los gobiernos autoritarios.

Por todo ello, consideramos trascendente la aprobación de este proyecto de ley que propone la creación del Museo "Héctor Germán Oesterheld", dedicado a la Historieta y el Humor Gráfico, no sólo como un homenaje y en reconocimiento hacia aquellos que a través de los años forjaron este noveno arte, sino también y fundamentalmente, como instrumento en defensa de la libertad, la memoria y la expresión de las ideas.

Fuente: NCN (visto primero en La Nuez)

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