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16 abril 2009

El Museo Florencio Molina Campos es una realidad

Con un cielo celeste, como lo hubiera pintado Florencio Molina Campos, se inauguró ayer en el corazón de esta ciudad el museo que lleva su nombre y que reúne 65 obras, recuerdos, fotos, libros y cuadros procedentes de la colección Octavio Caraballo (Fundación Las Lilas), impulsor de un proyecto que llena de orgullo a los vecinos de Areco y será, sin duda, un nuevo polo de turismo cultural.

Nunca continente y contenido fueron tan afines, porque la obra del mayor difusor universal de las costumbres del campo se nutre de los usos y costumbres de los gauchos bonaerenses, que el artista inmortalizó en la serie de almanaques de Alpargatas, en las primeras décadas del siglo XX.
Octavio Caraballo dijo ayer en rueda de prensa que llevaba tiempo imaginando un proyecto para difundir la obra del gran artista del campo en una tierra por la que siente afecto profundo. "Compré mi primera obra cuando tenía 15 años, pero el gran salto lo dimos en los años 80, cuando compramos con mi hermana Claudia la colección de almanaques que estaban en manos de Alparagatas", contó.

Caraballo, con más de 170 obras en su poder, es el mayor coleccionista de Molina Campos del mundo, y está dispuesto a que la Fundación Las Lilas sostenga "para siempre" este museo que reúne las obras y el espíritu del notable artista que trabajó con Walt Disney, viajó por el mundo y murió de un cáncer fulminante a los 65 años. Talento genuino

Fue una fiesta recorrer las salas de la vieja casa de la familia Pasaglia, refuncionalizada por Luis Benedit, en compañía de un fino conocedor como es Marcos Bledel, galerista y coleccionista.
Arquitecto y pintor, Luis Benedit recordó la categoría de este maestro que en vida quedó, muchas veces, atrapado en el casillero de ilustrador. "Fue decisiva la muestra que en 1989 le dedicó el Museo Nacional de Bellas Artes. El público y la crítica advirtieron la magnitud de su talento expresado en un lenguaje singular y genuino", recordó.

El museo (Moreno 279) abrirá sus puertas al público el sábado. Por el valor de la entrada ($ 20) se podrá disfrutar de un espectáculo imperdible: los cuadros escenificados por Fernando Pugliese y animados por Luis Landriscina, quien cuenta la vida y los amores de don Tiléfero Areco, un gaucho querendón al que Molina Campos supo llevar a miles de hogares argentinos.

Fuente: tomado íntegro de la nota de Alicia de Arteaga para La Nación

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