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06 septiembre 2008

Una nueva mirada sobre Charles Schulz

Charles M. Schulz fue el creador de Peanuts, una de las historietas más celebradas del siglo XX. Una reciente biografía lo pintó como un mujeriego que añoraba su infancia y escapaba de la vida adulta, pero su hijo mayor salió al cruce con otra versión del artista.


En el último número de The Comics Journal, revista dedicada a la reflexión crítica sobre los cómics, el hijo mayor del creador de Peanuts, Monte Schulz, sale a rebatir varios de los puntos sostenidos por su ex amigo y confidente Michaelis. Además de señalar, con razón, datos y anécdotas intencionalmente omitidas por el biógrafo, intenta restarle relevancia a la más que certificada faceta mujeriega de su padre, y desmiente que fuera agorafóbico mencionando las varias convenciones que Schulz visitaba. Además, defiende la unión familiar puesta en duda mediante la descripción cruda de la época en que el dibujante, amante de los deportes, fue diagnosticado con cáncer y obligado a abandonar su tira.

Quizás la anécdota que demuestra la coexistencia de ambos Schulz (aquel que Michaelis busca desesperadamente y el que Schulz Jr. necesita sí o sí encontrar) sea la que narra cómo el historietista se despedía de sus niños a la hora de acostarlos. Michaelis sostiene que Schulz jamás besaba a sus hijos. Monte Schulz le da la razón, pero recuerda que antes de dormirse su padre solía cantarle un fragmento de una canción de Paul Robenson. La estrofa decía algo así como: "Hombrecito, estás llorando / Sé por qué estás triste /Alguien se llevó tu triciclo / Mejor que duermas ahora / Hombrecito, has tenido un día difícil". Una estrofa que, cantada por aquel que murió la noche anterior a la publicación de la última tira de su Peanuts (esa historieta que -juraba- lo mantenía vivo y cuyo nombre impuesto por terceros odiaba), permite inferir que en lugar de dos Schulz, de dos ponis, lo que en realidad había era otra cosa. Allí donde hoy hay una duda y una leyenda llamada Charles M. Schulz, lo que latía era un niño capaz de bendecir todas las infancias que vendrían y que amaba, más que a la vida misma, a su juguete preferido: los cómics.

Para leer la nota completa en la fuente de la misma (adncultura), pueden hacerlo en: El ciudadano Schulz.
Nando Cartoonista en Technorati

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