Sigo una línea tradicional, que probablemente parta de Goya, más en concreto de los dibujos de Los desastres de la guerra. Es una línea que podríamos llamar realista, es decir, hay poca caricatura, y sí una imagen realista de la situación, de los personajes y del entorno, a lo que se une un texto que pretende ser lo más resumido posible de manera que cale rápidamente en el lector con el fin de que éste tenga una idea clara de lo que se quiere decir y le ayude de alguna manera a perfilar sus propias ideas.
¿Se puede decir que usted es un dibujante que busca la reflexión?
Normalmente sí. Mi idea es dar algún apoyo a unos mecanismos de reflexión que son siempre frágiles. Creo que eso es algo sano para la sociedad.
El Roto en El País el 4 de Marzo de 2008
¿Le inspira la actualidad?
Creo que el tipo de humor que en general se hace ya está demasiado anclado en el momento presente, así que intento llevar a cabo un tipo de sátira que vaya un poco más allá y abarque un tiempo y un espacio mayores. No me gusta ceñirme a lo que acaba de ocurrir, sino que mis chistes tengan una vigencia y temporalidad mayor. Creo que se tarda mucho tiempo en saber cuáles son los hechos importantes: hechos que parecen relevantes en el momento en el que ocurren a lo mejor no tienen importancia y en cambio otros que permanecen en segunda fila son los que a largo plazo tienen mayor trascendencia. Por eso es por lo que evito en lo posible ocuparme del acontecimiento del día.
Para leer más, pueden hacerlo en: El Roto en Cuenca
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