Esta no es la primera iniciativa de este tipo del ministerio regional del Interior de ese estado federado, que anteriormente había editado otro cómic alertando sobre el peligro de los grupos radicales en general. Las autoridades han publicado una primera tirada de 100.000 ejemplares del cómic, de 38 páginas y a color, que han sido distribuidos entre los adolescentes de la región.
Con el cómic, de una alta calidad gráfica, las autoridades -haciendo uso de un lenguaje bastante desenfadado- intentan acercarse a los adolescentes para concientizarlos sobre la intolerancia religiosa así como contra todo tipo de extremismos. Para ello, incluso el ministro regional del Interior, Ingo Wolf, interpreta su personaje y aparece en las primeras páginas del cómic, en donde advierte: "Como ya pasó en el cuadernillo anterior, los extremistas intentan seducir con su propaganda a jóvenes como vosotros".
El protagonista de la historia es Andi, un joven moderno cuya estética desenfadada radica en una gorra de béisbol, el pelo alborotado y un buzo con capucha.Este joven alemán tiene una novia turca, Ayshe, que es amable, inteligente, devota del Islam -viste siempre pañuelo en la cabeza- y defensora a la vez del sistema democrático. El hermano de ésta, Murat, está pasando por una crisis dado que no logra obtener un puesto de aprendiz, y atribuye a la xenofobia los continuos rechazos a las solicitudes que presenta. Así Murat se convierte en la perfecta presa del nuevo chico del colegio, Harun, de sólida ideología islamista y mirada fría, quien le asegura que está siendo discriminado por su religión. Pronto los dos van estrechando su relación y Murat se pondrá bajo las órdenes de Harun, quien le advierte de que debe romper su amistad con los infieles, ya que -según él- el Islam lo prohíbe. Tampoco podrá jugar al baloncesto y, además, no permitirá que su hermana Ayshe vaya al cine con Andi. Finalmente Harun presentará a Murat a un imán radical, predicador de odio contra los no musulmanes, quien apela al "combate contra los infieles" y trata de convencer a los jóvenes de las bondades de convertirse en "mártires".
A lo largo de las viñetas, Murat también va descubriendo nuevas páginas de Internet plagadas de extremismo, donde se muestran vídeos de la guerra de Irak y cargan contra Occidente. Entre las aventuras de los jóvenes personajes se intercalan en el cuadernillo didácticos textos que inviten al debate sobre temas tan polémicos como "Separación Iglesia-Estado". Asimismo, un anexo final se presenta ante los jóvenes con el suculento título de "Todo lo que siempre quisisteis saber sobre el islamismo", al tiempo que recuerda que "la aspiración de suplir el orden constitucional alemán con otro que se legitime en la religión siempre será considerado anticonstitucional". Por supuesto, el cómic acaba bien: Murat se zafa de las garras de los integristas y regresa junto a su hermana y sus antiguos amigos, que se refuerzan en su admiración por la democracia. Incluso Murat conseguirá su deseado puesto de aprendiz a modo de recompensa caída del cielo, en lo que las autoridades renanas han querido que sea la mejor de las moralejas.
Tomado de: Revista Ñ
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